domingo, 10 de febrero de 2013
Carpe diem
¿De qué sirve lamentarse por los errores del pasado o preocuparse por los problemas que puedan surgir en un futuro? Lo importante es el presente, es absurdo perder el tiempo con cosas que ya no puedes cambiar o cosas que incluso puede que nunca lleguen a suceder. Vive tus días como si cada uno de ellos fuera el último "hoy" y aprovecha al máximo el mejor regalo que has podido recibir: la vida.
Cuida con todas tus fuerzas lo que más quieres en esta vida: a tu familia, por lo que te ha dado y por todo lo que ha hecho por ti. A todos esos amigos que tanto te ayudan y tanta fuerza te dan para continuar y logran que nunca te rindas. A tus compañeros y a la gente que tratas a diario. Puede que algún día falten y les eches de menos, quiérelos todos los días como si fuera el último en el que os vayáis a ver. Y recuerda que jamás debes cambiar algo de lo que más quieres en la vida por lo que deseas en el momento, porque los momentos pasan y la vida sigue.
Hay sólo dos días en los que ya no se puede hacer nada, uno se llama "ayer" y el otro"mañana", por lo tanto hoy es el día ideal para vivir. Para ser grande no hace falta ser extraordinario, sino hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien. A la grandeza se llega cuidando los pequeños detalles. Aprovecha el tiempo que se te ha dado y disfruta de la vida.
Rafael I.
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